¡Venus atrapamoscas gigantes! ¡Raíces chupasangre! ¡Plantas parásitas de cerebros! ¡Enredaderas poseídas! ¡Esporas que incitan al suicidio! ¡¡TODA LA PERVERSIÓN DEL TERROR EN FORMA DE PLANTAS!! Y que, probablemente, no conocías. Porque, ¿quién conoce al Terror Botánico? Digo, ¿a quién se le ocurriría que algo tan inocente y noble como una planta pueda hacer daño? A los artistas de terror se nos ocurre, lector. Y, a decir verdad, yo tampoco conocía muy bien el Terror Botánico como clasificación. Así que me puse a investigar. Ten tu herbicida a mano por si acaso.
Muchos niños aman a sus abuelas. Les dan comida, los consienten, los malcrían y les dan dinero gratis, todo a espaldas de sus padres. Tienen buenos consejos, te cubren las espaldas y lo único que piden es que las visites cada cierto tiempo. Negocio redondo para quien tiene la suerte de tener una abuela cariñosa. Sin embargo, en la ficción de terror ocurre todo lo contrario. Porque si algo nos enseñó el género de terror es a temer a la senectud. Nadie se imaginó a Baba Yaga, a la Monja o al mismísimo Demonio en el cuerpo de una mujer bella y joven con el propósito de asustar. De hecho, se nos ha inculcado a través del tiempo que debajo de la piel arrugada, los cuadros añosos y las galletas horneadas encontramos con frecuencia a una villana brutal con una severa acumulación de resentimiento asesino. Toda mujer es una asesina en potencia con el paso de los años. Se sabe.
La Ficción Extraña (o Weird Fiction como la conocemos en inglés) es de esas cosas que te hace recordar que «hay de todo en la viña del Señor». Este es un género especial que se nutre de otras ramas de la ficción, como la fantasía, el terror y la ciencia-ficción. Su gracia modificar el status quo de la realidad a un nivel salvaje y, muchas veces, ácido; algo que aman sus seguidores. Porque hay colores para todos los gustos, aunque esos colores sean algo extraños y perturbadores. ¿No es adorable?
Aparentemente, el tema se ve fácil de comprender: cosas rurales, paganismo y gente loca. Incluso recordé películas emblemáticas como «El Hombre de Mimbre», «Midsommar» y «La Bruja». El problema fue que mientras más Folk Horror leía y miraba, más dudas me quedaban. La razón: El Folk Horror no tiene una definición clara de diccionario. Hasta los mismos eruditos tropiezan en sus conceptos como políticos hipócritas intentando convencer a las personas para votar por ellos. Entonces, ¿cómo definir al Folk Horror?