La ficción -punk, ¿ya no es Punk?
Como todo buen artista, me encanta la crítica. De hecho, Punk podría ser mi nuevo discurso de venta. Lo malo está en la caricaturización del movimiento, vestidos de pantalones apretados, botas de militar, pelo en puntas y aros hasta en el frenillo del p… El problema es que la moda y el tiempo, como siempre, erosionan los valores iniciales para convertirlos en meros esteticismos, algo decorativo y plagado de clichés. Finalmente, el movimiento se convierte en una fábrica de pusilánimes ardientes por agradar a la masa, no para provocarla. El asunto se convierte, inevitablemente, en una caricatura devorada por la misma cultura social que se critica, una forma de arte servil y hasta panfletero.