Me imagino que sí es posible ganar dinero como artista. A diario vemos figuras dedicadas al arte como estilo de vida, tipo Beyoncé, Mariana Enriquez, Neil Gaiman, Pedro Pascal, Liniers, Roosevelt, Franck Hueso, y otros miles que conocemos por ahí. Los coleccionamos a diario. Son personas tan conocidas que los imaginamos como artistas en un palco, observando al resto de los mortales en el trono de la fama.
Por otra parte, el resto de los artistas somos vistos como muertos de hambre. O es la fama o nada. Este pensamiento colectivo se arraigó tan hondo en la sociedad que los padres insisten a sus hijos que practiquen el arte como hobby y nada más, pues nunca podrán vivir de esto. La pobreza es un rasgo distintivo del artista.
Entonces, ¿está bien ser artista o no? ¿Inculcamos en los demás el sueño de vivir del arte o les decimos que se olviden del capricho? ¿Lograremos que dejen de ser artistas para no vivir en la pobreza?
Es imposible. Siempre habrán artistas. Aquellos que encontramos nuestra vocación, sabemos que no podríamos hacer nada más en esta vida para ser felices. La ansiedad de saber si podremos vivir o no, se puede llegar a convertir en una obsesión poco agradable.
Para todas esas personas, la buena noticia es que sí se puede ganar dinero como artista. Sin embargo, es necesario tener en cuenta los nuevos cambios que hacen esto posible y la forma correcta de surgir.
Es necesario cambiar el paradigma.
El problema de la ignorancia financiera
La realidad es que el mundo se mueve por la capacidad de hacer dinero, sin contar la productividad y la buena administración para crecer económicamente. Esto rige nuestras vidas si es que queremos tener una existencia con cierta calidad y libertad en este planeta tan materialista.
Por otra parte, la gran mayoría de los artistas suelen ser personas que tienen un gran entendimiento de la humanidad. Por ende, el dinero no es más importante que sus propios valores como ser humano. Como se tiene la noción de que la gente que maneja dinero es corrupta, cruel, engañosa, los artistas rechazan el dinero como rechazaría a su peor enemigo.
Para muestra, un botón: cuando el artista gana dinero y lo acepta abiertamente, es tachado de vendido.
La negación del dinero por conceptos de moral desemboca en una serie de debilidades que afecta a los artistas, precisamente, por la intención de alejarse de los billetes: carencia de educación financiera, ignorancia en la gestión empresarial, dificultades en trámites legislativos, y escasas herramientas de productividad. En resumen, todo lo que tenga que ver con el negocio y la empresa, en este caso, artística.
Esta sería la causa del por qué muchos artistas atraviesan varias dificultades económicas a lo largo de su vida. Me incluyo. Para cambiar, es necesario reevaluar el valor del dinero.
Por suerte, las cosas están cambiando. Cada vez hay más conciencia sobre la empresa artística como tal. Tratar nuestro propio trabajo como un emprendimiento ayuda también a buscar mejores oportunidades y competencias. Hay numerosos talleres y recursos que ayudan a cambiar esta perspectiva y mejorar, tal como ocurre como el Banco Interamericano de Desarrollo y las herramientas que entrega para desarrollar la Economía Naranja). Además, las nuevas tecnologías se han transformado en nuestras grandes aliadas.
Internet y el acceso masivo al arte
La red ayuda a difundir el arte de una forma rápida, viral. Las redes sociales, las páginas web, el comercio en línea y las plataformas de streaming han sido un cambio revolucionario que ayuda mucho a que nuestro arte tenga una salida al mundo.
Tampoco digamos que el arte sea gratis —a excepción de algunos de mis cuentos—, pero sí es mucho más fácil acceder a él.
Piensa en todos los artistas que han logrado ganar dinero como artista gracias a la oportunidad que tuvieron de exponer sus propias obras en el universo de internet:
- Escritores nuevos que se hicieron conocidos por publicar en Amazon.
- Músicos de este país, sobre todo de música urbana, lograron hacer conocidas sus canciones en Spotify.
- Guionistas que aprovecharon el fenómeno de los radioteatros, como Caso 63.
- Audiovisuales que aprovecharon Youtube para publicar webseries.
- Ilustradores que proliferaron en Instagram y Tumblr.
Es evidente que las nuevas tecnologías ayudan a que los artistas podamos difundir más y mejor nuestro trabajo. Si sabes moverte, Internet es una herramienta que da muchas facilidades para que como artista progreses gracias a la mayor visibilidad.
Sin embargo, artistas en el mundo sobran, y cada uno tiene algo que decir. Lamentablemente, la competencia por el espacio es enorme, debido a que las personas no tienen una fuente de dinero infinita para poder repartir entre todos, ni siquiera entre todos los servicios de streaming.
En otras palabras, no hay dinero para todos.
Entonces, ¿son realmente suficientes todas estas herramientas para alimentar a un artista?

El gran «pero» para ganar dinero como artista: la competencia desigual
Hay quienes piensan que esto de las plataformas es una mentira e, incluso, se piensa que el sustento para el artista tiene que ver más con la suerte —un símil a tener que ganarse la lotería— que con las posibilidades de cada uno. Otros más pesimistas, como William Deresiewicz (autor de «La Muerte del Artista»), señalan que la inclusión de las nuevas tecnologías solo benefician a los más grandes, los controladores de estas plataformas. De hecho, el control del negocio del arte cambia a manos de controladores cada vez más escasos ─las grandes compañías─, y que utilizan sus recursos para aplastar a su competencia.
Un ejemplo ilustrativo: si tienes un podcast en español, la gente solo lo escuchará por Spotify. De hecho, la gente no escucha otras plataformas pese a la gran cantidad de alternativas como iVoox, Soundcloud, Google Podcast, Apple Podcast, etc. Ahora, imagina que no estás de acuerdo con las reglas de la plataforma porque las encuentras abusivas y menoscaban tu posibilidad de conseguir ingresos de calidad. ¿Qué otras posibilidades tienes de expandir tu podcast en español? ¿Serás conocido realmente si la gente no te llega a oír? Lo más crudo es que muchas de estas personas pagan una suscripción premium para evitar los anuncios. No migrará a otras plataformas solo para dar una oportunidad a alguien que casi no conoce.
El dinero es escaso. La gente lo cuida. Lo gastará solo si obtiene un máximo beneficio de él.
Otra contra de la competencia desigual tiene que ver el comportamiento de las personas: la comodidad. La mayoría de la gente busca algo seguro, algo que retribuya bien el gasto que está haciendo. Por ello se va a lo conocido, a lo que sabe que le dará lo que quiere.
¿A qué me refiero? Si alguien quiere leer una novela de terror y no conoce nada del género, recurrirá a Stephen King, obvio. Es el autor de terror más conocido y un narrador sublime. Ahora bien, si conoce un poco más del género, irá a Joe Hill (su hijo), Clive Barker, Edgar Allan Poe y a H. P. Lovecraft. Y se acabó.
Si el dinero de cada obra se gasta en esos cinco autores, ¿habrá espacio para todos? La respuesta es: NO.
La gente no quiere arriesgarse, salvo que vendas muy, pero muy barato. En ese caso, la ganga abre el camino a costa de tus propios ingresos como artista. Y si subes el precio tienes el peligro de convertirte en una zátrapa chupasangre con un ego altísimo. Tampoco te comprarán.
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Para ganar dinero como artista, recurre al concepto de «nicho»
Una alternativa que se habla en los foros de emprendimiento y que te puede hacer ganar dinero como artista el concepto de nicho: una comunidad reducida, hiperespecífica, que se identifica con tu quehacer.
Funciona así:
- Formas una comunidad que te conoce y disfruta de tus contenidos.
- Publicas una obra con ese contenido.
- Tu audiencia lo pagará porque, para ellos, lo vale. Comprar tu arte es mantener vivos los contenidos que admiran.
El problema de este concepto es que, en un mundo tan extenso, alcanzar esa comunidad no tiene nada de fácil. De hecho, es una tarea titánica, que desgasta las energías del artista en pasar más tiempo en la gestión que en crear arte.
Eso sí, vale la pena. ¿Por qué? Porque las personas que te consumen se quedan porque quieren. Son como los mejores amigos: ellos apuestan por ti y quieren que surjas para ellos. Porque si desapareces, ¿quién los satisface como tú lo haces?
Recuerda esto: como artista, eres importante en el mundo que te rodea.
Aquí puedes comprobar que los públicos son los que mantienen a los artistas. Por eso es necesario que seas capaz de crear comunidades en torno a tu marca o a tu obra. En otras palabras, debes crear estos nichos, fomentar la participación de estas comunidades.
¿Cómo crear comunidad? La gente adora conversar sobre lo que les gusta. Haz que participen de tus procesos, que te den sus opiniones, que ten ideas. Premia a los participativos e incentiva a muchos más a participar. Lidera una comunidad para que pueda nutrirse con tu arte y sus propios anhelos. Serán ellos mismos los que rellenarán los recovecos y enriquecerán los temas de tus obras con sus propias experiencias y diferentes matices de opinión.
Si alimentas una comunidad sana, ellos te seguirán a cualquier plataforma que vayas. Eso sí, ten cuidado de no perderte en los caprichos de las personas y perder tu esencia. El fandom puede ser dañino si dejas que controlen absolutamente toda la obra que nació de ti.

Tus mejores amigos son tu mejor herramienta
Ahora bien, ¿cómo crear comunidades si nadie te conoce?
—¿Cómo que nadie te conoce? ¿Y tus amigos? ¿Dónde están?
El primer paso para la supervivencia de un artista son los amigos. Su apoyo te hará conocido.
Un caso personal. Tengo dos amigos que me han seguido desde siempre con mis obras. Les encantan. Ellos me impulsan a seguir porque les gusta lo que hago y, a pesar de que no siempre pueden aportar con dinero, apoyan y difunden; expanden mi comunidad. Incluso, para mí es mejor. Si más gente visita mi página genero más ingresos por publicidad. Así pueden retribuir aquellas cosas que publico gratis para quienes no pueden pagar por una obra.
Pide ayuda a tus amigos. Si ellos no apuestan por ti, ¿quién más lo hará? Es un motivo más para rodearse de personas que te quieran.
Sí, se puede ganar dinero como artista
Las alternativas están a la mano. Traté de resumir lo esencial para convencerte a ti, artista, que sí puedes vivir del arte. No tengas miedo de aceptar que necesitas sobrevivir. No es venderse al dinero, es capturar la retribución por nuestro trabajo: ese que inspira y transforma, el que gusta y entretiene, y el que ciertas personas atesoran como el mejor amigo que tienen.
Y si no eres artista, invierte en tu amigo. Difúndelo. Promociónalo como el mejor proxeneta. Lo necesita para vivir.
Ayudar es lo que hace a un amigo, ¿no?
Y tú, ¿piensas que puedes ganar dinero como artista? ¿O tienes algún amigo al que quieres apoyar y no sabes cómo? Cuéntame tu experiencia en los comentarios.
¡Nos vemos!